Del aislamiento a la cooperación recreando el curriculum: La Lesson Study. Editorial del número 84 (29.3) de la Rifop (Monografía coordinada por Ángel I. Pérez Gómez y Encarnación Soto Gómez)









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De nuevo a vueltas con la formación y el desarrollo profesional de los docentes. Los desafíos tan sustanciales que afronta la educación en la era digital gravitan, en gran medida, sobre el cambio radical del rol y la función de los docentes contemporáneos. No tiene ningún sentido mantener el quehacer del docente en las pautas y cánones definidos en la época industrial, como expertos que transmiten con claridad la información que solo ellos poseen y evalúan con objetividad el grado de adquisición y la capacidad de reproducción de tal información por parte de los ignorantes estudiantes que se acercan a la escuela, al oasis del saber. Las redes sociales, digitales, constituyen hoy el nuevo templo del conocimiento al alcance de cualquiera que sepa buscar y discriminar entre el torrente de información inabarcable y heterogéneo que se produce e intercambia en la era contemporánea. 

Los nuevos roles docentes están definidos con bastante claridad en la mayoría de las propuestas académicas que se derivan de la investigación pedagógica, y en esta revista pueden consultarse varios monográficos y múltiples artículos en los que se debaten con profundidad y apertura. No obstante, los progresos reales en la puesta en práctica de los mismos son evidentemente escasos y marginales.

En el presente monográfico nos proponemos profundizar en uno de los elementos que a nuestro entender son más definitivos para explicar las deficiencias y para promover el cambio relevante: la ruptura del histórico y endémico aislamiento individualista del profesorado y el apoyo decidido al desarrollo de estrategias de cooperación, que permitan la experimentación curricular y la transformación del propio pensamiento pedagógico de los agentes implicados, removiendo las creencias y supuestos más básicos de sus modos de pensar, sentir y actuar como profesionales que ponen en juego el sentido de su propia vida personal, sus creencias, emociones, valores, actitudes y hábitos. La Investigación/acción cooperativa, a través de la estrategia denominada Lesson Study, experimentada en Japón durante ya más de un siglo, ofrece, a nuestro entender, una oportunidad excelente para ayudar en este complejo y comprometido cambio en la cultura pedagógica del profesorado.

En primer lugar porque rompe el aislamiento de los docentes en todas las fases del desarrollo de su práctica: diagnóstico, diseño, planificación, ejecución y evaluación. En segundo lugar porque mediante la cooperación arropa a cada agente implicado en el complejo viaje hacia la transformación elegida de su mundo profesional/pedagógico interior saturado de emociones, creencias, actitudes y hábitos extraordinariamente resistentes al cambio. En tercer lugar porque al vincular la transformación del pensamiento pedagógico de los docentes a la experimentación curricular concreta, tal y como la defendía Stenhouse, permite: cambios duraderos basados en evidencias, la comprobación del valor «educativo» de los procesos didácticos innovadores en el cambio real de la vida del aula y de la escuela, así como su efecto para provocar el desarrollo autónomo de los aprendices implicados.

En este monográfico se ofrecen diferentes aportaciones que pretenden abarcar desde el debate teórico que se está produciendo en el mundo académico internacional sobre esta prometedora y emergente estrategia hasta el relato cercano de experiencias concretas vividas por maestras de educación infantil y primaria en el contexto andaluz, sin olvidar un acercamiento a las múltiples, plurales y complementarias maneras de ponerlas en práctica en contextos internacionales tan diferentes como Japón, Sudeste Asiático, EE.UU., Inglaterra, Suecia y España.

RIFOP propone este dossier con el deseo y la esperanza de contribuir al propósito que ha configurado nuestra identidad editorial: provocar el debate crítico, estimular la reflexión compartida y el intercambio de experiencias, y promover el cambio, la ruptura del estatus quo desde, en y para la práctica.


La Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado (reifop) entra en ESCI, el nuevo índice de Thomson Reuters












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A propósito de ESCI, el nuevo índice de Thomson Reuters

- ESCI; Emerging Sources Citation Index (Thomson Reuters)

- La lista ESCI en el catálogo de Thomson Reuters y la WoS (Alfonso Diestro)

- Emerging Source Citation Index. Educación y Comunicación en Iberoamérica (Rafael Repiso)

- El misterio de la lista ESCI (Arturo Galán)

- Emerging Source Citation Index. Revistas científicas en estado de “emergencia” (Rafael Repiso)

Familias y Escuelas. Discursos y prácticas sobre la participación. Nuevo monográfico de la REIFOP, Enero 2016
















Próximamente estará disponible en línea el número 53 (19.1) Enero 2016, de la "Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado (REIFOP)", con un monográfico titulado "Familias y Escuelas. Discursos y prácticas sobre la participación", coordinado por Begoña Vigo Arrazola y Carmen Julve Moreno, de la Universidad de Zaragoza.


Títulos y autores

El citado número está integrado por los siguientes artículos:

- Aportaciones de un estudio etnográfico sobre la participación de las familias a la formación crítica del profesorado en una escuela inclusiva (Begoña Vigo Arrazola, Belén Dieste Gracia y Allen Thurston)

- La participación de las familias en los centros educativos. Un derecho en construcción (Héctor Silveira Gorski)

- La participación de las familias en el Consejo Escolar y la formación del profesorado (Jordi Vallespir Soler, Joan Carles Rincón Verdera y Mercè Morey López)

- Las asociaciones de madres y padres en los centros escolares de Cataluña: puntos fuertes y débiles (Jordi Garreta Bochaca)

- El papel y la representación del profesorado en la participación de las familias en las escuelas (Sergio Andrés Cabello y Joaquín Giró Miranda)

. La comunicación familia-escuela: El uso de las TIC en los centros de primaria (Mónica Macià Bordalba) 

- Los profesionales de lo social. Una oportunidad de interacción con el medio social (Anna Mata Romeu, Ramón Julià Traveria y Xavier Pelegrí Viaña)

- La mediación gitana: Herramienta performativa de las relaciones entre escuela y familia (Nuria Llevot Calvet y Olga Bernad Cavero)

- Participación, familia y escuela: la ausencia de lo femenino (Dolors Mayoral Arqué y Joana Colom Bauza)

- The role of intercultural mediator as a facilitator of relationships between the school and immigrant families (Marco Catarci)

- Regards croisés d'acteurs scolaires et d'intervenants communautaires sur les besoins de familles immigrantes en milieu scolaire montréalais (Fasal Kanouté)




Aquellas palabras (José Emilio Palomero)

Torre de Aldeaseca de la Frontera (Salamanca)














Acederas: Hojas alargadas, muy verdes y de un rico y suave sabor ácido, que gustaba comer a los niños en las praderas, recién cogidas. Brotaban en primavera.

Aguaderas: Armazón de mimbre, dividido en varios  espacios, que instalado a lomos de un burro  se utilizaba -entre otras posibilidades- para llevar cántaros de agua a los segadores en los veranos.

Arrecágeles (vencejos): Se solían cazar a latigazos en la primera parte de los veranos, al son de la trilla y limpia de las algarrobas, que provocaban una presencia muy abundante de estos pájaros en busca de gorgojos. Fritos estaban exquisitos.

Bobolina: Tras su recolección, las lentejas y las algarrobas debían ser asfixiadas, con el fin de matar los gorgojos. Para ello eran almacenadas en un local cuyas puertas se sellaban de forma hermética a base de engrudo y papel. La bobolina era el pesticida que se utilizaba habitualmente para la asfixia de los gorgojos.

Cardillos: Los cardos se comían cuando eran aún muy pequeños. Los cardos recién nacidos, de tonos verdes, se llamaban cardillos y eran como pequeñas escarolas rodeadas de picos muy tiernos, por lo que era necesario pelarlos, al estilo de la borraja. Se cocían y componían como la berza o el repollo y se comían con los garbanzos.

Cohetes: En primavera germinaban los cohetes, unos tallos finos y alargados, cuya flor en forma de cigarrillo se adhería fácilmente a los calcetines y otras ropas según caminabas por el campo. Los niños jugábamos a ponérselos a los demás en su espalda, sin que lo notasen. Había otro tipo similar, no adherente, que se desintegraba como un cohete al impulsar su zona distal con los dedos índice y pulgar de la mano derecha, mientras se sujetaba el tallo con la izquierda.

Collarbos: Las escobas recién brotadas se llamaban collarbos, unos tallos blancos y muy tiernos que se apreciaban mucho como ensalada y a los que no era necesario quitarles nada para ser comidos. Era suficiente con lavarlos.

Chichorra: Mitad mosto, mitad vino nuevo, era la probadura de la cuba. Es el mosto en mitad del proceso de  fermentación; dulzón porque continúa siendo mosto, y con sabor a vino porque ya se está haciendo.

Lagarejo: Acción que consiste restregar un racimo de uva tinta sobre el rostro o sobre las partes íntimas del cuerpo. En el otoño tenía lugar la vendimia, que comenzaba a últimos de septiembre o primeros de octubre. Los carros iban y venían de las viñas, por el camino del monte, repletos de cestos de mimbre en los que se recogía la uva. Niños y mayores jugueteaban frecuentemente con las uvas. Uno de estos juegos consistía en restregar los racimos de uva tinta sobre el rostro de quienes bajaban la guardia, que a la menor distracción recibían un lagarejo en su cara.

Panecillos: Pequeños botones de color verde que recolectaban y comían los niños. De sabor muy agradable, crecían -entre otros lugares- en el entorno de la Iglesia.

Pámpanos (los llamábamos repámpanos): Flor de la acacia, de color blanco y sabor dulce. Todos los niños comíamos los “repámpanos” de la acacia que había a la puerta de la iglesia, junto al petril, a la izquierda según se sube..

Tornaderas: Arcos de hierro que anclados con una bisagra en la parte trasera del trillo, se volcaban sobre la parva para remover la mies en diferentes momentos de la trilla. Circulando “a velocidad punta” sobre la polvorienta parva, a los niños les gustaba apoyarse sobre las tornaderas, logrando con su peso que la mies se fuera “tornando”.

Volanderas: Hermosas florecillas de color entre azul y morado, con largo y fino tallo blanco, que arrancábamos de entre la hierba tirando suavemente con las manos. Crecían –entre otros lugares- en las eras del pueblo. También se llamaba volandera la arandela de hierro colocada en los extremos del eje de los carros, para sujetar las ruedas. Su sonido característico anunciaba la presencia de éstos por los caminos y calles.

Zapatillas: En el camino del monte, según se iba a las viñas, había unos arbustos que producían un fruto comestible al que llamábamos zapatillas. Eran de color rojo, como los escaramujos que producen los rosales silvestres (las zarzas), aunque más pequeñas y de mejor gusto que aquellos.


José Emilio Palomero Pescador